
Redacción
Con una mezcla de alivio, gratitud y esperanza, familias guanacastecas celebran la implementación del nuevo servicio de entrega domiciliaria de insumos para diálisis peritoneal, impulsado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Esta iniciativa ya ha transformado la rutina de decenas de pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) en comunidades como El Chile de Bagaces, Liberia y Abangares.
Para Hilda Martínez Garita, vecina de Bagaces, la llegada del camión que deposita mensualmente las cajas con suero en la puerta de su casa representa más que comodidad: es una bendición. “Ya no tengo que dejar a mi esposo e hijo solos ni correr detrás del taxi. Antes era durísimo”, cuenta emocionada. Su hijo, Mario Marchena, de 42 años, diagnosticado hace cinco años con ERC, debe realizarse cuatro sesiones de diálisis por día. “Ahora es una facilidad enorme. Ya no hay que preocuparse por el transporte ni por mojar las cajas en invierno”, agrega.
También su esposo, don Luis Gerardo Marchena, de 72 años y paciente renal desde hace dos, agradece la mejora: “Nos sentimos en paz. Es una gran ayuda para quienes vivimos lejos de los centros médicos”. Ambos recuerdan con gratitud a quienes, en tiempos difíciles, les ayudaron a costear taxis o transportar las cajas de suero.
La situación se repite en Liberia, donde Margarita García sigue su tratamiento desde casa, bajo el cuidado de su nuera. “Es un alivio enorme. Son cuatro bolsas al día, cada sesión dura como una hora. Ahora me puedo concentrar en la terapia sin tener que salir a buscar nada”, explicó.
En Abangares, Dinia Espinoza García, otra paciente renal, destaca el ahorro económico y físico que implica la entrega a domicilio: “El tratamiento es agresivo y la enfermedad avanza rápido. Antes teníamos que pagar taxi, cargar peso… ahora todo llega a la casa y es una gran ayuda”.
Su padre, Donato Espinoza Calderón, también paciente renal y sobreviviente de un derrame cerebral, vive su tratamiento con entereza: “Este suerito es lo único que me da vida unos días más. A pesar de mis limitaciones, aquí seguimos, con esperanza”.
Rostro femenino y red familiar: el corazón del cuidado
En muchos de estos hogares, el acompañamiento lo lideran mujeres como Hilda y Mayra Alejandra Palacios, nuera de doña Margarita, quienes han acondicionado cuartos especiales para aplicar la terapia en condiciones óptimas. Su labor es vital no solo para la aplicación del tratamiento, sino para el bienestar emocional de sus seres queridos.
Una iniciativa con impacto humano
La entrega directa a las viviendas es parte del fortalecimiento del programa de atención a la ERC de la CCSS, que busca descentralizar los servicios, reducir las cargas económicas de las familias y garantizar la adherencia al tratamiento en zonas alejadas.
“Esto no es jugando”, advierte Luis Marchena. “Es una enfermedad seria, y quien la tenga debe cuidarse mucho si quiere vivir. Pero con esta ayuda, todo se hace más llevadero”.
Historias como la de los Marchena, García y Espinoza reflejan cómo una medida logística puede tener un profundo impacto en la calidad de vida, especialmente para quienes luchan desde zonas rurales.
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