El paraíso costarricense brilla en una de las mayores ferias de turismo de América Latina

Redacción
En los amplios pabellones de La Rural de Palermo (Argentina), donde se mezclan los acentos de decenas de países y el murmullo constante del negocio turístico, Costa Rica dejó huella. Por primera vez, Playa Tamarindo —una de las joyas costera del Pacífico guanacasteco— se presentó en la Feria Internacional de Turismo de América Latina (FIT), un encuentro que este año reunió a más de 140 mil visitantes y 12 mil citas de negocios, consolidándose como el más grande de su historia.
Para Hernán Imhoff, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Tamarindo (CCTT), el debut del destino marcó un punto de inflexión. “Fue un esfuerzo inédito. Nunca antes habíamos estado como organización ni como destino en la FIT. Es una vitrina invaluable para mostrar lo que somos y lo que representamos: un modelo de turismo sostenible que crece con la comunidad”, afirmó.
Más que una presentación, la participación de Tamarindo fue una declaración de identidad. En un mercado turístico global cada vez más competitivo, la playa de arenas doradas y atardeceres intensos se propuso conquistar nuevos horizontes. “Queremos diversificar los sitios desde donde nos llegan visitantes. Este espacio nos permitió abrir puertas en mercados donde aún no estábamos presentes”, agregó Imhoff, quien destacó también el respaldo político que acompañó al evento, encabezado por la inédita participación del presidente argentino Javier Milei, primer mandatario en asistir a la inauguración de la feria.
La FIT 2025 —que reunió a 59 países, 1.900 expositores y generó más de 10.800 reuniones de negocios— se consolidó como una de las plataformas más influyentes de la región. En los pasillos se cruzaban mayoristas, operadores y representantes de destinos que competían por un mismo objetivo: captar la atención de un viajero post pandemia que busca experiencias más conscientes, auténticas y conectadas con la naturaleza.
Andrés Deyá, presidente de la FIT y de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), destacó el crecimiento sostenido del evento. “Más de 140 mil personas entre profesionales y público, ocho países más que el año pasado y más expositores. En 2024 fueron 134 mil visitantes; este año, 140 mil. Esta industria sigue creciendo, y eso nos llena de entusiasmo”, dijo.
Para Deyá, la presencia del presidente Milei fue un hito político, “es la primera vez en la historia que un jefe de Estado participa en la inauguración de la feria. Colocar el turismo en la agenda nacional es una señal de madurez institucional y de reconocimiento a un sector que genera empleo e impulsa economías regionales”.
En el terreno de los negocios, el balance fue igualmente positivo. “Contamos con dos sistemas complementarios: las rondas de negocios internacionales, donde compradores del exterior contratan servicios argentinos, y la plataforma FIT B2B, que conecta a los visitantes con proveedores locales. Entre ambos se concretaron casi 12 mil reuniones”, explicó Deyá.
El protagonismo de Tamarindo en este contexto no fue casual. La CCTT, integrada por empresarios locales comprometidos con el desarrollo sostenible, lleva años impulsando soluciones a los desafíos de la comunidad: seguridad, infraestructura vial, capacitación laboral y abastecimiento de agua potable. Su visión trasciende el turismo como negocio y lo entiende como una herramienta de cohesión social.
“Participar en la FIT fue más que un logro institucional; fue una oportunidad para decirle al mundo que en Costa Rica el turismo no se improvisa. Es parte de nuestra cultura, de nuestra forma de convivir con el entorno”, subrayó Imhoff.