Redacción
El Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), nació como una institución vanguardista en la gestión del recurso hídrico y en la articulación estratégica con otras instituciones del sector agropecuario y ambiente.
Hoy esa perspectiva, de continuar así, se debate en un proyecto ley, que, de aprobarse, la llevaría a un paso de extinguirse y de perder su autonomía en la antesala del 40 aniversario de su fundación.
La nueva normativa pretende aniquilar la institucionalidad y ubicarla en uno de los tantos cubículos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Cuatro décadas después de un paso en avance y de frente hacia el progreso, dirigida por una Junta Directiva, integrada por ilustrísimas personalidades, alguna vivas, serian testigos de su ocaso.
Funcionarios de alta valía como el Ing. Alfredo Hernández Volio, Ing. Carlos Corrales, gerente y el Dr. Rodrigo Barahona, abogado agrarista, con activa participación en la redacción de la Ley, integraron ese cuerpo de notables bajo el liderazgo del Lic. Francisco Morales, ministro de Agricultura y Presidente de la Junta Directiva,
A ellos se sumaron el Ing. Carlos Manuel González Alvarado, emblemático y exitoso empresario agropecuario, con vasta experiencia en riego en la Hacienda El Pelón y el Ing. Alexis Vásquez, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos.
A 40 años de esa decisión de llevar, principalmente, agua a la agricultura y al turismo en 25 mil hectáreas de irrigación por canales a cielo abierto, centenas de pequeñas y medianas familias cosecharon en el Distrito de Riego Arenal-Tempisque y en otros proyectos de menor escala, su futuro socioeconómico por medio de la entidad.
Su política en beneficio del país se sustenta en los pilares de la técnica, investigación y eficiencia, sin una sola mancha de corrupción a la fecha.