Por: Hernán Imhoff
Presidente Cámara de Comercio y Turismo de Tamarindo, Guanacaste, Costa Rica
Luego de 16 meses en extremo difíciles el sector turismo sigue a la espera de cuál es la hoja de ruta donde el Gobierno central defina claramente qué planes tiene para evitar la quiebra definitiva de miles de pequeñas y medianas empresas (PYMES) ligadas a este sector.
No obstante, que en las últimas semanas hemos tenido algunas noticias positivas, como el retorno de vuelos internacionales en el Aeropuerto Daniel Oduber de Liberia, estamos lejos de cantar victoria porque las restricciones a la movilidad y a la apertura de negocios aún se encuentran lejos de acabar.
En relación con este segundo punto el Gobierno de la República debería valorar seriamente si ha llegado la hora de ampliar el horario de trabajo de bares, restaurantes y otros sitios de esa industria antes de que sea demasiado tarde cuando ya estén perdidos de manera irremediable miles empleos.
Una encuesta realizada en marzo pasado por la Cámara Costarricense de Restaurantes (CACORE) entre 182 empresarios de este segmento de la economía determinó que el 45% de los negocios de ese tipo había dejado de operar afectando a 8550 trabajadores.
Es necesario valorar de manera seria si ha llegado el momento de ampliar en dos horas más (9 pm a 11 pm) la posibilidad de que estos negocios permanezcan abiertos siempre teniendo en cuenta las debidas medidas de bioseguridad como el distanciamiento social, el lavado de manos, el uso del alcohol gel y tapa bocas.
El tiempo es oro
Las autoridades gubernamentales deben entender que es necesario establecer un balance entre una Política Pública inteligente de combate al COVI-19, pero que; al mismo tiempo, permita una recuperación económica paulatina debido a que se ha privilegiado lo primero sobre el segundo aspecto.
Esas acciones, como ampliar la franja horaria de apertura, deben implementarse a la brevedad porque está en juego miles de emprendimientos, la gran mayoría de ellos dirigidos por familias que suman muchas décadas en esta actividad comercial.
Para empezar, se podría iniciar en aquellos cantones que muestran porcentajes de recuperación elevados como; por ejemplo, Siquirres, Limón y Talamanca, donde ese indicador alcanza los 95 puntos porcentuales según el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas. En Guanacaste, otras zonas como Hojancha (93%), Nandayure (90%), Nicoya (88%), La Cruz (83%) y Santa Cruz (81%) también muestras cifras positivas.
El derecho al trabajo se puede combinar con las medidas de bioseguridad efectivas para recuperar el terreno perdido a la mayor brevedad posible. Caso contrario nos exponemos a un estallido social sin precedentes. Un escenario de ese tipo sería el… ¡Apague y vámonos!