Darner A. Mora*
Como salubrista público he sido persistente en mis escritos, para que las autoridades de salud y los gobernantes califiquen la crisis sanitaria, causada por el coronavirus SARS-CoV-2 como una sindemia, la cual es más que una pandemia, debido a la sinergia entre el agente infeccioso, las enfermedades crónicas o comorbilidades, en donde uno más uno es más que dos, en medio de inequidades sociales de la población, correspondiente. Esta recalificación de pandemia a sindemia es fundamental para cambiar la estrategia de atención a la crisis sanitaria, económica y humanitaria provocada por la Covid-19, en al menos 222 países en el mundo, con más de 215 millones de contagios y más de 4.484.297 fallecidos, para una letalidad promedio de 2,08%.
En el caso específico de nuestro país Costa Rica, se han cuantificado 455.784 contagios acumulados, con 5.431 muertes, para una letalidad de 1,19% al 28/08/2021. En resumen, la actual crisis sanitaria, es una ecuación con tres variables: el virus, las comorbilidades y las desigualdades sociales en que conviven los pacientes. En concordancia con estas variables, la atención debe establecerse de la siguiente manera: Primero para disminuir el contagio con el virus SARS-CoV- 2, se debe aplicar el lavado de manos con agua potable y jabón, el distanciamiento físico y el uso de la mascarilla; aunado a esto fortalecer nuestro sistema inmunológico y el uso de la vacuna biológica con las dosis completas. Segundo, equilibrar la atención de los contagios del virus con el seguimiento de los tratamientos de las enfermedades crónicas de las personas (diabetes, asma, problemas cardiovasculares y otros), tercero a mediano y largo plazo utilizar las vacunas sociales como: el empleo, reactivación de la economía, acceso a agua potable, saneamiento e higiene y, sobretodo la educación gratuita para la población.
En el contexto de esta ecuación con tres variables de la sindemia de la Covid-19, es importante recalcar que las vacunas “biológicas” son medicamentos que ayudan al control de las infecciones, pero muchas veces no son la mejor respuesta. Es decir, la vacuna “biológica” es solo parte de dicha respuesta. Pero la mejor y más segura respuesta es cambiar las condiciones de vida, para disminuir la probabilidad de la gravedad de las infecciones, mediante el seguimiento adecuado de las enfermedades crónicas de las personas, en los respectivos sistemas sanitarios de cada nación.
Como se observa, la diferencia básica entre manejar la actual crisis sanitaria de la Covid-19, como una pandemia o como una sindemia, se fundamenta en que la primera, la atención es alopática enfocada a medicamentos bilógicos o vacunas, las cuales equivocadamente se ha dicho que generarían inmunidad comunitaria o de rebaño, lo que no es correcto porque las vacunas biológicas usadas hasta el momento no cortan los contagios. Mientras que, en la sindemia, el enfoque es holístico abordando las tres variables para mejorar la crisis sanitaria, económica y humanitaria o social de las poblaciones, comunidades o naciones afectadas.
A la luz de lo indicado es esencial que las autoridades de salud, con humildad cambien la estrategia de atención de la Covid-19, más temprano que tarde.
*Salubrista público