Gustavo Solera
Con la llegada de Rodrigo Chaves Robles a Casa Presidencial se busca que la situación país mejore en todos los aspectos. Costa Rica está jodida en áreas que afecta a pobres y ricos por igual. Más a los primeros que a los segundos.
Los altos precios en los combustibles, el colón en franca depreciación con respecto al dólar estadounidense, impuestos y una larga listas de asuntos por tratar es la tónica que deberá asumir Chaves una vez en Zapote.
No es tarea fácil, incluso muchos de los problemas no los podrá resolver, se está ante un aparato estatal deficitario que necesita una reingeniería profunda para que comience a operar de una manera sana, cuatro años no serán suficientes.
Esto lo tiene que tener claro el Presidente de la República, pero también lo tiene que entender el pueblo y no tanto el que confió en él en las urnas, sino el que no lo hizo.
El tico desea que los problemas se soluciones de la noche a la mañana, pero este es un chicharrón complicado, más de la mitad de los problemas que nos aquejan en la actualidad se necesitará más de un periodo presidencial para ser solucionados.
Lo que si puede hacer Chaves Robles es comenzar el trabajo que no han querido hacer sus iguales en el pasado, para que así la persona que llegará a su puesto en 2026 tenga el trabajo adelantado y pueda concluirlo o continuarlo.
Se debe pensar en una planeación para restaurar lo que se haya que hacer de varios años, incluso décadas si fuera el caso.
Eso se puede lograr, Costa Rica es un país con gran capacidad, se tiene que dejar trabajar al nuevo jefe, caso contrario, volveríamos a la crítica y a la chota, actitudes que lejos están de ser sanas, mismas que le hacen daño a la nación.
También está, que el mandatario haga bien las cosas, entienda que es un trabajo complicado, pero como bien dijo en campaña, “me como la bronca”, esperemos que así sea.
Los 57 que ocuparán una curul en el edificio en Cuesta Moras también lo tienen que tener claro, el apoyo es vital, caso contrario complicarán el progreso que se requiere. Hagan una Asamblea Legislativa responsable, velando por el bien del país y no de los intereses partidarios.
Entramos en un nuevo periodo de cuatro años donde recomponemos el rumbo socioeconómico y atacamos los problemas desde la raíz o nos lleva puta a todos, ya veremos qué sucederá, esperemos primero llegar.
Dios bendiga a Costa Rica.