Tensión creciente en Venezuela: La oposición denuncia fraude y Maduro refuerza la represión

Anuncio de una posibilidad de repetir los comicios aumenta el malestar en el país sudamericano

El comentario de Ivan Duque en X (antiguamente Twitter) generó controversia a nivel internacional, por lo que están planeando en Venezuela.

Redacción

Más de una semana después de las elecciones presidenciales en Venezuela, la crisis política sigue intensificándose. La negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) a divulgar las actas que respaldan la victoria de Nicolás Maduro ha generado un clima de creciente incertidumbre y tensión en el país. Ante la falta de transparencia, el gobierno ha optado por una fuerte represión como respuesta a las protestas que exigen claridad y justicia.

La oposición, liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, enfrenta un desafío monumental. A pesar de contar con el apoyo de millones de venezolanos que los respaldaron en las urnas, ahora deben lidiar con la frustración y el descontento popular. En un intento por presionar al gobierno, han hecho un llamamiento a las fuerzas armadas para que apoyen al pueblo en este momento crítico. Sin embargo, este movimiento es visto con cautela por analistas, quienes advierten sobre los peligros de involucrar a los militares en la arena política.

Carolina Jiménez Sandoval, experta en Venezuela y directora de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), señala que el apoyo de las fuerzas armadas es crucial para la supervivencia del régimen de Maduro. «El respaldo militar ha sido fundamental para que Maduro se mantenga en el poder, especialmente en un momento en que su popularidad está por los suelos», afirma Jiménez.

Mientras tanto, la represión se intensifica en las calles de Venezuela. Las fuerzas de seguridad, junto con grupos parapoliciales conocidos como «colectivos», han reprimido duramente las manifestaciones que estallaron tras los controvertidos resultados electorales. Según Miguel Ángel Martínez Meucci, especialista en Conflictos Políticos, esta represión busca sofocar cualquier intento de movilización ciudadana y mantener el control a través del miedo.

Frente a este complejo escenario, han surgido propuestas que buscan una solución a la crisis. Víctor Álvarez, exministro de Economía de Hugo Chávez, ha propuesto un recuento manual de votos con la supervisión de observadores internacionales. En caso de que esto no sea posible, sugiere la anulación de las elecciones del 28 de julio y la convocatoria de nuevos comicios. Sin embargo, esta idea enfrenta el escepticismo de algunos sectores, que consideran que repetir las elecciones podría agravar aún más la situación.

En el ámbito internacional, países como Brasil, Colombia y México están intentando mediar en la crisis, utilizando sus canales diplomáticos para buscar una solución negociada. Sin embargo, las perspectivas de éxito son inciertas, dado el férreo control que Maduro mantiene sobre las instituciones del país y su respaldo por parte de aliados internacionales clave.

Estados Unidos, por su parte, ha adoptado una postura medida, evitando reconocer abiertamente a Edmundo González como presidente electo, pero manteniendo la presión sobre el gobierno de Maduro. «Es crucial que cualquier iniciativa internacional respete la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas el 28 de julio», concluye Jiménez Sandoval.

Crece la tensión ante la posibilidad de repetir los comicios presidenciales

Por otro lado, la reciente declaración del expresidente colombiano Iván Duque sobre los esfuerzos del presidente Gustavo Petro para impulsar una repetición electoral en Venezuela ha añadido más tensión al ya complicado panorama político del país. Petro, en una estrategia que busca legitimar al presidente Nicolás Maduro, ha planteado la posibilidad de unas nuevas elecciones, respaldado por una iniciativa internacional que intenta involucrar a Brasil y México en el proceso.

Este plan, según se informa, cuenta con el apoyo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que estaría considerando anular las elecciones del 28 de julio con el pretexto de un supuesto ataque cibernético desde Macedonia del Norte. Sin embargo, expertos en seguridad electoral han desestimado esta teoría, considerándola infundada.

El escenario recuerda a lo sucedido en 2021 en las elecciones regionales de Barinas, donde tras una victoria opositora, el gobierno de Maduro manipuló los resultados obligando a una repetición de los comicios. En aquella ocasión, el chavismo intentó mantener el control mediante la inhabilitación de candidatos opositores, aunque finalmente no pudo evitar la victoria de la oposición en la segunda vuelta.

María Corina Machado, figura prominente de la oposición, reaccionó rápidamente a la posibilidad de una nueva elección impulsada por Petro, advirtiendo a la comunidad internacional sobre las graves implicaciones que tendría este movimiento para la democracia en Venezuela y la estabilidad de la región. En declaraciones a medios internacionales, Machado subrayó que los venezolanos no aceptarán ninguna medida que no conduzca a una plena libertad y retorno a la democracia.

El plan de Petro y su posible alianza con Brasil y México genera tanto expectativas como recelos en la comunidad internacional. La iniciativa de los tres presidentes, junto a Maduro, podría desencadenar una minicumbre en los próximos días, aprovechando la visita oficial de Lula da Silva a Chile, donde su homólogo Gabriel Boric ha mantenido una postura firme contra las violaciones de derechos humanos en Venezuela.

Carmen Beatriz Fernández, consultora política, explicó que la situación actual revela dos posturas claras: la de Brasil, México y Colombia, que podría inclinarse por no reconocer el triunfo de Maduro, y la de otros países como Estados Unidos, que ya han reconocido a Edmundo González como presidente electo. Fernández advirtió que la propuesta de anular las elecciones y convocar a nuevos comicios podría favorecer a Maduro al prolongar la crisis y posponer una verdadera transición democrática.

En paralelo, un grupo de exministros chavistas y personalidades de izquierda ha apelado a los tres presidentes para que busquen una solución democrática y constitucional a la crisis. También han solicitado su intervención para detener la ola de represión que ha afectado a sectores populares y dirigentes políticos en Venezuela, una situación que consideran sin precedentes en la historia reciente del país.

Mientras tanto, Venezuela sigue sumida en la incertidumbre, con un futuro político que parece cada vez más incierto.

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