Redacción
La reciente señalización en el flamante puente sobre el río Zapote, en el distrito de Cabo Velas, Playa Brasilito de Santa Cruz, Guanacaste, ha generado un revuelo entre los aproximadamente 300 residentes de comunidades cercanas, quienes se encuentran al borde de posibles infracciones de tránsito.
Según representantes de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) de Playa Brasilito, la Dirección de Ingeniería de Tránsito del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), con la aprobación de la Municipalidad de Santa Cruz, instaló una señal de «No hay paso» justo en el punto de acceso desde comunidades como Barrio El Pastor hacia la ruta nacional 180, donde se encuentra el nuevo puente.
Esta medida ha obligado a los residentes a recorrer una ruta alternativa que, en función de su ubicación, les implica desplazarse casi dos kilómetros, según indicó María Rosa López, Presidenta de la Asociación.
«Durante años, la comunidad ha utilizado este punto como entrada y salida. Ahora, con la nueva señalización, se está perjudicando a negocios locales, propietarios de cabinas y familias enteras, especialmente en lugares como el Barrio El Pastor, que prácticamente queda aislado. La otra opción es tomar una ruta alterna conocida como ‘El Camino de La Borrachera’, pero esta se encuentra en condiciones precarias. Paradojalmente, los turistas que llegan pueden entrar, pero sorprendentemente no pueden salir por el mismo camino», explicó López.
El recién inaugurado puente representó una inversión de ¢700 millones en una estructura de 25 metros de longitud y 10,6 metros de ancho, con dos carriles de 3,65 metros cada uno y aceras de 1,2 metros.
Aunque el MOPT afirmó que el nuevo puente agilizaría los desplazamientos de los residentes, facilitando el acceso a trabajos, citas médicas y centros de estudio, López argumentó que ahora dos comunidades quedan virtualmente aisladas. «El barrio más cercano a esta salida está a 200 metros, pero el Barrio El Pastor está a más de un kilómetro, lo que implica de dos a tres kilómetros adicionales de trayecto en caso de emergencias. El perjuicio es significativo», afirmó López.
La Presidenta de la ADI de Playa Brasilito considera que las dificultades para acceder a la ruta 180 tendrán un «severo impacto» en la vida de los residentes y perjudicarán el desarrollo de negocios locales, como cabinas y hoteles. Además, cuestionó la decisión de la señalización, que, según ella, parece haber sido tomada desde la capital sin considerar las condiciones locales.
Playa Brasilito es una de las zonas turísticas más visitadas del cantón de Santa Cruz, especialmente durante el verano, cuando recibe a numerosos turistas nacionales y extranjeros, lo que conlleva una presencia habitual de oficiales de la Policía de Tránsito en la zona.
La Voz de La Pampa consultó a la Oficina de Prensa del MOPT al respecto, al cierre de esta nota no se habían referido al respecto.
