Redacción
En el III Congreso de Pescadores y Molusqueros Artesanales de Pequeña Escala, celebrado en Cahuita, Costa Rica, más de 100 pescadores y diversas organizaciones internacionales destacaron la necesidad de una mayor participación en la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas relacionadas con la pesca artesanal de pequeña escala en Mesoamérica.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la pesca a pequeña escala representa la mitad de la producción total del sector pesquero en Latinoamérica y emplea al 90% de la fuerza laboral del sector, con la mitad de los empleados siendo mujeres. Indican que más de 50 millones de familias en todo el mundo dependen de la pesca artesanal y la acuicultura a pequeña escala, contribuyendo significativamente a la seguridad alimentaria global.
Los participantes del congreso enfatizaron la importancia de reconocer los aportes de este sector en la conservación y uso sostenible de los recursos pesqueros. Vivienne Solis Rivera de CoopeSoliDar R.L destacó el papel fundamental de los pescadores artesanales de pequeña escala en Costa Rica, quienes solicitaron por primera vez al gobierno el reconocimiento de áreas marinas de pesca responsable, un ejemplo de participación comunitaria en las decisiones que afectan sus territorios marinos.
«En un momento en que el Planeta se alista a realizar una serie de reuniones muy importantes para la conservación del océano, se hace fundamental que se tome en cuenta a los representantes del sector artesanal de pequeña escala en las decisiones y espacios de discusión estratégico. Fue claro en el Congreso que falta mucho camino por recorrer para una participación real y efectiva en este campo», precisó Solís.
Según el estudio «Empleo rural decente en el sector de pesca artesanal y de pesca semiindustrial en Costa Rica», la pesca artesanal representa el 25% de las capturas a nivel mundial y, en América Latina, involucra a más de 2 millones de pescadores con una producción superior a los 2,5 millones de toneladas y valores de producción cercanos a los $3.000 millones de dólares.
La organización del congreso estuvo a cargo de la Red de Áreas Marinas de Pesca Responsable y Territorios Marinos de Vida, con el apoyo técnico de CoopeSoliDar R.L y TICCA Mesoamérica, y el respaldo financiero de Swedbio, la Iniciativa de Tenencia Marina y SSF Hub-EDF. Entre los participantes se encontraron el Sindicato de Trabajadores del Mar, UPESABO, la Unión de Pescadores Bocatoreños, el Congreso General Majé Emberá Druá, la Cooperativa Ostrícola Boca de Camichín, Consorcio TICCA Mesoamérica, NIUWARI, la RECOTURH, CAPI Consorcio TICCA, Marine Tenure Initiative, Environmental Defense Fund, RISE UP, Women4Biodiversity y SWEDBIO.
