Redacción
Luis Gerardo Corea, fiscal de Conarroz y productor de la región Chorotega, observaba a su alrededor el manto de agua donde yacía sumergido el arroz listo para cosechar.
Junto a otros agricultores de la mayor zona cultivadora del principal alimento de la canasta básica costarricense, resultaron con sus plantaciones dañadas, cuyas pérdidas económicas, según sus cálculos, podrían sobrepasar los ₡6 mil millones por causa de la depresión tropical presente en Guanacaste.
Corea explicó que en su caso se perdió un arroz listo para la corta y el trabajo de cuatro meses, con una inversión superior al millón de colones por hectárea.
«Las pérdidas son muy altas para nosotros los pequeños productores, en esta región donde hay un aproximado a las cinco mil hectáreas sembradas», acotó.
La Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), visitó ese territorio con el propósito de levantar un informe respectivo sobre lo que ahí acontece. Por ahora una comitiva técnica realiza evaluaciones sobre el daño causado por el fenómeno climatológico.
«Hago un llamado a los costarricenses y autoridades para que nos ayuden a reinsertarnos nueva y económicamente a la actividad», expresó Corea.
En Guanacaste, cantones como Bagaces, Liberia, Carrillo, Nicoya, Nandayure, Abangares y Cañas, presentan daños parciales o totales, en sus sembradíos arroceros.