Guanacaste entre promesas, retrasos y esperanza

Mientras algunas obras avanzan en la provincia, otras duermen el sueño de los justos y el pueblo es el que lo sufre

Paacume, uno de los proyectos más esperados por los guanacastecos no tiene fecha de entrega, pese a que ha sido una obra ampliamente prometida desde hace varios años.

Gustavo Solera

En el corazón del verano guanacasteco, mientras el polvo se levanta en caminos sin asfaltar y los niños juegan bajo techos que recién dejaron de filtrar agua, el balance de un año de inversiones estatales en la provincia más ardiente de Costa Rica revela una realidad compleja. A primera vista, los anuncios oficiales ofrecen una visión alentadora, con promesas multimillonarias y avances en educación e infraestructura. Sin embargo, tras los titulares, se encuentra una región que todavía espera soluciones a problemas históricos como el agua, el empleo y la conectividad vial.

Obras

En julio de 2024, el gobierno anunció con énfasis la reactivación de dos obras educativas que llevaban años paralizadas. Los colegios técnicos profesionales de Hojancha y 27 de Abril, cuyos gimnasios permanecían abandonados bajo un fideicomiso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), finalmente fueron entregados con una inversión conjunta de 700 millones de colones. La ministra de Educación celebró el rescate como un símbolo del compromiso con la provincia. Para más de 1500 estudiantes, el cambio fue tangible.

A nivel vial, los avances han sido dispares. El ambicioso proyecto PAACUME (Proyecto de Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del río Tempisque y Comunidades Costeras), ideado para llevar agua a zonas agrícolas y abastecer a comunidades que enfrentan sequías estacionales, aún permanece en etapa de diseño. A pesar de contar con un contrato de más de 30 millones de dólares, su ejecución física no supera el 15 %, dineros dados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), encargados del proyecto, han enfrentado críticas por la demora. Mientras tanto, decenas de agricultores de Cañas y Bagaces observan cómo su futuro hídrico sigue dependiendo del clima y la buena voluntad institucional.

Incluso en el gobierno de Carlos Alvarado, se promovió la reducción de los límites de la Reserva Biológica Lomas de Barbudal, parte del humedal Ramsar Palo Verde. Zona protegida internacionalmente, afectando aproximadamente 113 hectáreas con el fin de construir un embalse que alimentará un sistema de riego y generación hidroeléctrica, proyecto que tiene la continuidad en la administración Chaves Robles sin llegar a su finiquito.

El BCIE también ha jugado un papel protagónico en la narrativa estatal. El Programa de Emergencia para la Reconstrucción Integral y Resiliente de Infraestructura (PROERI), con una promesa de 28 obras en Guanacaste que abarcan desde carreteras hasta centros educativos y mejoras sanitarias, fue anunciado con entusiasmo en el marco del aniversario de la Anexión el año pasado. La inversión supera los 600 millones de dólares. A pesar de ello, la visibilidad de esas obras en muchas comunidades aún es limitada y la ejecución, fragmentada.

Turismo

Entre las iniciativas más visibles está la renovación del Aeropuerto Daniel Oduber en Liberia. Las obras de remodelación, a cargo de la empresa MECO, comenzaron con fuerza en enero de 2024, pero sufrieron una paralización durante el segundo semestre del mismo año. Los trabajos se reanudaron en febrero, con una fecha de entrega estimada para mayo de 2025, que finalmente se postergó. Autoridades afirman que el aeropuerto estará totalmente operativo en diciembre.

En contraste, proyectos como la ampliación de la Ruta 21 entre Liberia y Guardia apenas superan la etapa de diseño técnico. Aunque se reconoce su importancia estratégica para la conectividad turística, todavía no hay fecha concreta de inicio de construcción.

El caso del asfaltado de Calle Los Jobos, en Tamarindo, ha generado malestar entre los vecinos. La empresa encargada, Constructora Herrera, fue señalada por no contar con los permisos municipales al momento de ejecutar las obras. A pocos meses de su entrega, el pavimento ya presentaba grietas y desniveles.

Salud

En materia de salud, el avance del nuevo Hospital de la Anexión en Nicoya representa una esperanza concreta. Financiado también por el BCIE, su construcción marcha según lo programado. Cuando esté terminado, beneficiará a más de ciento veinte mil personas, en una región históricamente rezagada en atención médica especializada.

Pobreza y desempleo

Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revelan que la pobreza en Guanacaste disminuyó en 2024, después de un aumentó en 2023, el Gobierno de la República no ha publicado los datos oficiales en 2025, pero según los expertos, puede mantenerse en los 24,2 % del año pasado. Los programas de ayuda estatal han aliviado parcialmente la situación, pero la falta de acceso estable a empleo formal, educación superior y vivienda sigue siendo una deuda estructural.

Según datos del INEC, la tasa de desempleo oscila entre el 7 % y el 7,8 % desde el 2022 hasta el primer trimestre de 2025. En los primeros tres meses de este año, la institución reportó una tasa de desempleo abierto del 7.47 %, reflejando una ligera alza en comparación con el cierre de 2024, cuando había descendido al 7 %. Si bien esta cifra representa una mejora respecto a años de mayor presión laboral, donde el empleo informal y la estacionalidad siguen siendo factores de vulnerabilidad. Las políticas de fomento al empleo han logrado cierto impacto, pero la recuperación total del mercado laboral costarricense continúa siendo una prioridad pendiente para asegurar estabilidad económica y social.

Promesas

Los discursos oficiales durante las celebraciones del 25 de julio insistieron en que la provincia se encamina hacia una nueva etapa. Sin embargo, las críticas no han cesado. Líderes comunales, diputados y organizaciones sociales denuncian que la promesa de una Guanacaste más conectada y próspera se ve comprometida por la lentitud institucional, la burocracia y, en algunos casos, la corrupción en licitaciones.

A un año del último corte simbólico de cinta, Guanacaste permanece en una encrucijada. Entre la luz de algunas obras concluidas y la sombra de proyectos inconclusos, los habitantes de la provincia celebran cada pequeño avance sin dejar de exigir que los grandes planes no terminen, una vez más, sepultados bajo el polvo del olvido.

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