Redacción
Encrespados en la ola de un mar de tempestades, la ganadería costarricense lucha por sobrevivir, nada extraño en un país donde el sector agropecuario sigue en cuidados intensivos.
En los últimos 34 años, el hato ganadero costarricense pasó de 2.800.000 a 1.500.000 cabezas de ganados, en 38 mil fincas, envuelto en una crisis donde la «actividad no vale nada», con un mercado de precios en insumos, disparado por las guerras euroasiáticas; fluctuación del dóllar, firmas de tratados de libre comercio, episodios climáticos, entre otros «lunares bovinos».
Luis Eduardo Arata Herrero, presidente de la Corporación de Fomento Ganadero (Corfoga), maniobra la embarcación hacia un norte sombrío y a corta distancia de un posible horizonte esperanzador.
Más allá de lamentos, arremanga su lucha en busca de soluciones con propuestas corporativas, emprendimientos regionales y diálogo gubernamental.
Paliar la crisis de crédito para el ganadero de crianza, es una de las acciones corporativas y de diálogo estatal inmediatas, a través de la promulgación de un proyecto de ley, que autorice a Corfoga a operar en segundo piso los recursos del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), dado a que ninguna entidad financiera cuenta con una linea comercial en la atención del pequeño, mediano y gran ganadero.
En iniciativas regionales, con la Federación de Cámaras de Ganaderos de Guanacaste, impulsa desde la presidencia, establecer en el 2025, bajo el cooperativismo, una planta procesadora de carnes para atender en el plazo inmediato el mercado turistico y posteriormente la exportación hacia países como Estados Unidos.
La planta se intalará en Guanacaste, según Arata Herrero, en el lugar definido por un equipo técnico independiente y será administrada por una cooperativa en proceso de formación.
Por ahora tres empresas privadas, procesadoras de carne del Valle Central, atienden el mercado exportación hacia China, Europa y Estados Unidos. En tanto desde Miramar de Puntarenas, otra privada, se encargará del ámbito nacional.
Además en Guanacaste se desarrollará un programa piloto de líneas de infiltración en 40 fincas para tener pasto verde durante algunos meses del verano. Este plan se ampliará conforme su avance. La finalidad de Arata Herrero es promover, con el apoyo del gobierno, este paliativo en 1.100 hectáreas, por medio de un proyecto financiado con $360 mil.
El panorama también es empobrecedor en mediana escala para el ganadero productor de leche, que no escapa a la ausencia de crédito y coste de insumos, soya y maíz, para lo que se propone sustituir esos alimentos con el fomento del cultivo de yuca.
Costa Rica, como país verde y amigable con el ambiente, continuará con su politica de producción de carne y leche en armonía sostenible y bienestar animal, otras de las exigencias de un consumidor demandante de una carne suave, jugosa y de buen sabor.
Tales esfuerzos conforman la denominada «agenda integral», impulsada por Arata Herrero, dirigente liberiano, en alianza con el gobierno y que desde Corfoga y las federaciones de cámaras ganaderas, se esperan ejecutar.
Procurar mayor financiamiento para el sector, con Corfoga como operador SBD, desarrollar alianzas estratégicas público-privadas, para procesar carne en Guanacaste y sustituir ciertos productos con cultivos alternos como la yuca, son algunas de esas velas, que, en el mar encrespado, procurará enderezar el sector ganadero, en su lucha contra la adversidad, por llevar la actividad ganadera del país a puerto seguro.