
Redacción
Cinco familias dedicadas a la pesca artesanal en El Jobo de La Cruz, en Guanacaste, estrenaron motores fuera de borda gracias al trabajo articulado entre el Instituto de Desarrollo Rural (Inde), el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Wilberth Morales, uno de los beneficiados, agradeció a las instituciones por el apoyo que les brindaron, mencionó que, “de otra manera no podríamos contar con motores de la calidad que nos entregaron”.
Los pescadores trabajaban con motores de hasta 25 años de antigüedad, los cuales aseguran se han reparado muchas veces.
El proyecto articulado entre los entes estatales mencionados anteriormente busca reducir la vulnerabilidad de las familias que viven en condición de pobreza, a fin de que puedan mejorar las condiciones de producción de las familias y aumentar la vinculación con los mercados locales.
La iniciativa impacta de manera indirecta a 25 familias más de la zona El Jobo, ya que mantienen encadenamientos con los pescadores.
Los motores tuvieron un costo de ¢26,8 millones, los cuales fueron adquiridos mediante el servicio de Fomento a la Producción y Seguridad Alimentaria del Inder.
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