Boliche llega a Cartago de la mano de campeones

Javier Echeverría (der.) máximo exponente de la Academia Wolves de Cartago, acompañado por sus entrenadores Susana Jimenez y Eric Roy, en el USBC Open Championship, celebrado en mayo, en Las Vegas, EE.UU.

Redacción

De la mano de Susana Jiménez, primera costarricense en lanzar un juego perfecto en «La Raza» internacional; y de Eric Roy, atleta con dos juegos perfectos en ese evento, el boliche llega con la academia Wolves, al Paseo Metrópolis, en Cartago.

Jiménez, arquitecta de profesión y con más de 15 años de palmarés deportivo, cuenta con numerosos cursos de la United States Bowling Congress (USBC) y de la Federación Panamericana de Boliche; en tanto Roy, máster en Administración de Empresas, es un egresado de la USBC, Panamericana de Boliche y del Instituto de Neurociencia de Puerto Rico, con énfasis en Mindfulness aplicado al deporte de alto rendimiento.

Ambos campeones nacionales, múltiples veces seleccionados y con podium en eventos locales e internacionales, abrieron en Cartago las puertas de su Academia, fundada hace 10 años en San José, como parte de su política de transferencia de conocimientos en las nuevas y presentes generaciones.

«Por sus características, el boliche se adapta muy bien a cualquier tipo de jugador. En esta década de trayectoria, la Academia recibió atletas diagnosticados con autismo, quienes no solo mejoraron su rendimiento en el deporte, sino también en sus habilidades sociales», expuso Susana, declarada «Novata del Año 2011», por la Federación Costarricense de Boliche.

Eric agregó que actualmente la Academia cuenta con dos jugadores con síndrome de Down, que compiten regularmente. Además, las carreras deportivas de los atletas, que aprenden la disciplina de la forma correcta, aun en edades de oro se mantienen activos.

«El boliche como deporte no solo ayuda a mejorar la condición física y la coordinación ojo-mano, sino también fomenta valores como la disciplina, el compañerismo, respeto y amistad, por nombrar algunos», acotó la arquitecta Jiménez, quien, junto con Roy, llevaron en paralelo sus carreras profesionales y deportiva.

Boliche en las brumas

Manuel Villalobos Soto, atleta parabowling, categoría discapacidad cognitiva, con Susana Jiménez, su entrenadora en la Academia Wolves de Cartago.

En Cartago, la ciudad de las brumas, la Academia Wolves, tiene su sede en el Bol Metrópolis, en el mall Paseo Metrópolis, con horarios martes de 7:15 p.m. a 9:00 p.m.; y los sábados de 12 md a 1:45 p.m. Para más información en los teléfonos

8341-2645/ 8706-5723 o en redes sociales https://www.facebook.com/sanjoseboliche y wolvesbowlingcr en Instagram.

«Estamos abiertos a compartir la enseñanza del boliche con otros deportistas y público en general, interesados en aprender esta disciplina olímpica», expuso Jiménez.

Actualmente, el exponente de la Academia, es el preseleccionado nacional Javier Echeverría, vecino de Curridabat y dueño del récord Centroamericano y del Caribe, con la serie más alta en 3 juegos, con 889 puntos, al lanzar 34 «chuzas » seguidas (derribamiento total de 10 pines), de gran hazaña en el país.

Echeverría, estudiante de psicología, participa en la primera división del boliche nacional y viaja con regularidad a competir en Estados Unidos, en prestigiosos torneos como el USBC Championships.

Para la entrenadora Jiménez, el deporte es una vía para obtener una educación de primer mundo. Citó los jugadores asistentes a esos torneos, son observados por la National Collegiate Athletic Association (NCAA), una organización que supervisa y regula los deportes universitarios en los Estados Unidos y juega un papel crucial en el desarrollo de competencias deportivas, al promover mediante becas la excelencia académica como atlética de los estudiantes-deportistas.

«A lo largo de su historia, la NCAA facilita el acceso a la educación superior mediante becas deportivas, que cubren una gran variedad de disciplinas, incluyendo el boliche masculino y femenino», comentó Roy.

A la fecha, mediante estos programas unos 10 bolichistas costarricenses lograron becas a universidades como Nebraska State, Lindenwood y la Universidad Estatal de Carolina del Norte A&T.

El boliche o bolos, surgió en el antiguo Egipto, donde se encontraron jeroglíficos y artefactos de un juego en el que se lanzaban piedras a objetos. En Costa Rica, inició en el Boliche San Martín, en San José; y luego se trasladó a lo que hoy se conoce como boliche Dent, en Los Yoses. Posteriormente surgieron otros boleramas, ubicado en San José, Heredia y ahora en Cartago.

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