Morimos una guerra mundial y la economía muere también

Por: Augusto Silva

En algún editorial de este medio advertía sobre el fenómeno que Costa Rica iniciaba a vivir allá por los finales del año 2017, observando un fenómeno que los técnicos han denominado “estanflación”; que en resumen significa que el motor del desarrollo de un grupo social, se queda como el agua en una piscina. Los primeros que sintieron esta crisis, que para ese año ya tenía raíces fueron los comerciantes, al no poder cumplir con los múltiples tributos que un gobierno quebrado instauraba para buscar la forma de financiar movimientos y acciones puramente de la administración central.

Cobrar tributos

Tengo conciencia de que los comerciantes si han entendido toda la historia, que el Ministerio de Hacienda los ha utilizado como recolectores de impuestos y que esos dineros casi nunca llegaron a las arcas del Estado, esos impuestos servían a muchos comerciantes como sustento para sus propias economías e instruían a sus contadores para maquillar su “debe y haber” y de esa forma se beneficiaban recolectando impuestos para el Estado.

Los últimos cuatro gobiernos buscaron la forma de evitar este fenómeno, que no permitía el ingreso neto y hacían aumentar el déficit fiscal en cada período y esa decisión hizo que una buena cantidad de comerciantes quebraran; de esta forma se engrosaron ciertos índices como, desempleo, pobreza, inflación, estanflación y necesidad de desarrollo de todo tipo.

Cuando los políticos empezaron a reaccionar, analizaron el fenómeno, lanzaron algunos discursos gastados e inútiles con la idea esencial de poner en práctica un plan de reactivación económica.

Hasta este momento esta intención es ridícula, porque hace tres décadas la economía de Costa Rica viene sufriendo embates drásticos sin que medie un plan integral, con el que se logre tener mejores modelos de desarrollo que permita un repunte en los rubros que mueva el motor de la economía.

Sumado a esta crisis socioeconómica a la guerra mundial en la cual nos han subsumido y que llaman Covid-19 nos viene a “descabellar” (término de la tauromaquia, que significa dar muerte al toro cuando la estocada no ha sido certera). Pues, este último toque en la economía mundial ha sido fatal e infernal, los poderosos del mundo  desean acabar con una generación que ha sido la que más ha propuesto desarrollo al universo después de la segunda parte del siglo XX.

Tras un 2020 de estanflación económica debido a la pandemia, el repunte del consumo de los hogares y la reconstrucción de las existencias de las empresas hicieron estallar la demanda y la oferta que no pudo mantener el ritmo.

Esto infló los precios de numerosas materias primas como el petróleo, el cobre o la madera; lo estamos observando en estas últimas semanas con el precio de los huevos, el costo de los alimentos para las aves subió y los hogares sufren este aumento al no poder comprar la misma cantidad de huevos.

El sector tecnológico sufrió también una escasez de ciertos chips, vitales en sectores como la telefonía o automotriz. Los abonados de telefonía celular están redimensionando sus planes de comunicación porque ya no alcanza pagar todas las ocurrencias del mercadeo de la Red; en el tanto por ejemplo en Costa Rica los propietarios de automóviles se deshacen de sus carros al no poder cumplir con los diversos costos de mantenimiento de estos como, combustible, marchamo, tasa al ruedo, multas, porque algunos policías de tránsito se han convertido también en delincuentes del estado, cobrando por cada infracción y ajustando esas multas a su antojo, hasta decomisan vehículos que se han  quedado en los planteles del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), porque los propietarios no pueden ni pagar las multas, ni la estadía de los automotores en los planteles del Estado.

Soluciones

El mundo entero está carente de planes y estructuras administrativas, para que la economía retome una visión diversa a la actual; el supuesto presidente más poderoso del Mundo, el de USA, ha dicho en sus conferencias que no entiende la actual coyuntura y no sabe qué hacer con su equipo económico. El hombre más poderoso comanda al país más pobre del Mundo.

En tanto China, los comunistas han desarrollado con la basura programas de crecimiento económico y son los únicos que se benefician y fortalecen con la Tercera Guerra Mundial en el siglo XXI.

Soluciones. con mi humildad y la poca intuición personal y sin toma de decisiones en ninguna latitud, no puedo sugerir algo certero; la guerra continúa.

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