Redacción
931 millones de toneladas alimentos que se produjeron en 2019 acabaron en la basura, esto representa el 17% de la comida globalmente. Así de enfático se refirió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en una publicación de esa organización.
Según esa entidad, la falta de alimentos, el hambre y la desnutrición afecta a 943 millones de personas en todo el mundo. De estos, 811 millones padecen hambre y 132 millones enfrentan inseguridad alimentaria y nutricional.
La pérdida de dinero por el desperdicio anualmente se estima en 400 mil millones de dólares, más de seis veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica.
En 2019 en América Latina y el Caribe, el hambre afectó a 48 millones de personas, lo que representa el 7,7% de la población en la región. Esta cifra lejos de disminuir, ya que un informe de esa organización elaborado en conjunto con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de Desarrollo Agrícola (FIDA), La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) determinó que la desnutrición podría ascender hasta 9,5% de su población en 2030.
Situación en el país
Semanas atrás, la Defensoría de los Habitantes por medio de su jerarca Catalina Crespo Sancho externo que familias se han acercado a esa entidad indicando que no tiene que comer.
La pandemia causada por el Covid-19 recrudeció la situación económica de miles de costarricenses.
“Estas últimas semanas he recibido llamadas de familias que me dicen que no tienen que comer. Mientras la angustia ahoga a las familias, el gobierno sube los combustibles, propone subir el arroz y se mantiene las restricciones confusas que afectan la economía. Muy preocupada”, comentó Crespo por medio de Twitter.