La comida caleña se saborea en San José

Un autentico comedor en el oeste del centro de la capital, hace de lo sencillo algo sublime, sin dejos de grandeza atrae y convence con su sabor, La Cuchara Colombiana, un lugar para satisfacer el paladar

Bandeja Paisa.

Por: Tavino Calabrese

“Mientras el mundo come para vivir, los italianos vivimos para comer”, este es un dicho que se utiliza ampliamente en mí tierra, Italia. Siempre he pensado que no solo los de la bota lo cumplimos a cabalidad, en el mundo hay miles de personas que hacen del buen comer, un modo de vida y, existe una gran cantidad de establecimientos que aprovechan esto para complacer a los comensales.

Buscando por los lugares que me ha llevado la vida he descubierto infinidad de cocinas, unas auténticas y otras para el olvido, parte de mi vida la he dedicado a degustar los sabores que descubro diariamente, ya no deseo hablar de aquellas malas experiencias, menos en lugares que se autodenominaban Cinco Tenedores, mejor escribo de las joyas que por mi andar en esta tierra he encontrado.

Es el caso de un pequeño local enclavado en San José, a una pedrada de distancia de la Torre Mercedes o de la sucursal de Almacén El Rey, el que mejor le quede de referencia. Un lugar sin mucho lujo, pero acogedor, al mejor estilo de una cocina de pueblo, de esas que atraen alrededor de una cocinera un sin fin de historias, olores y antojos que se van cocinando a fuego lento.

La Cuchara Colombiana, de entrada da la impresión que estamos ante la gastronomía del país sudamericano, qué se yo, sancocho, ajiaco, empanadas, arepas de huevo, en fin.

Conversé con Edilma, una caleña que ha partido su vida entre Colombia y Costa Rica en los últimos 10 años, esteticista de profesión, se aventuró al mundo de la comida por un negocio donde recibieron (junto a su hermana y socia en el negocio) un restaurante como parte de pago, aquel primer experimento estaba ubicado en Cartago, hace cinco años y por la buena administración, así como una buena cuchara, trasladaron el negocio a la capital.

Me sorprendió que ha pesar de tener un menú que mezcla las gastronomías de ambos países, el local está abierto a complacer el paladar del comensal, un tipo de cocina de autor según el requerimiento del cliente, muy abiertos a incursionar más allá de lo que establece una carta, todo sirva por la felicidad de las personas.

Conversé ampliamente con Edilma, quien con una visión de vida alegre y amorosa, transmite ese sentir a las creaciones que salen de la cocina. Me llamó de sobremanera la tranquilidad con que aborda los temas cotidianos, viviendo el presente con calma.

Después de esa experiencia decidí probar con la insignia gastronómica de su tierra, su plato nacional, la bandeja paisa. Una creación de origen antioqueña que rápidamente se apoderó de todo Colombia y conocida en otras latitudes.

Soy poco impresionable cuando se trata de comida, pocas veces un platillo me ha atrapado por su presentación, no es lo que se ve, es lo que sabe, una máxima italiana. Claramente todo entra por la vista, pero a veces esta nos engaña.

En este caso si debo decir que la presentación de la bandeja paisa me llamó la atención, era un orden casi simétrico que invitaba a degustar, estoy casi convencido que la posición de cada ingrediente en el plato estaba cuidadosamente ensayado o puesto de esa manera para aumentar el placer de comer. Incluso el padre de la cocina moderna el francés Auguste Escoffier, o crítico italiano Andrea Petrini, descrito por la revista Time como el hombre más poderoso de la alta cocina, se sentirían extasiados al ver este platillo, en palabras del paisano de este sencillo redactor y catalogando la cocina como “sencilla y creativa”, a eso se enfrenta el cliente en La Cuchara Colombiana.

Y es eso, un plato sincero, sin buscar ser pretencioso donde cada ingrediente se mezcla ya en el paladar, cada bocado es único e invita a dar otro y otro y otro, queriendo que el contenido se haga eterno.

El arroz es arroz, los frijoles son frijoles, pero la manera de preparar cada uno es lo que hace la diferencia y en este comedor lo logran, elevan una sencilla y tradicional bandeja paisa a un estante muy alto, ¡ojo! No es fácil. Pocas veces he visto magia o elevar tanto algo tan tradicional, no es tarea menuda, incluso a Gabriele Bonci le tomó su tiempo rehacer la pizza que servía.

No me interesa catalogar con un 10 ó cinco tenedores una cocina, incluso la misma Edilma únicamente le pone un siete a sus creaciones, la humildad ante todo.

La Cuchara Colombiana es este sitio que te seduce, hace de un tradicional plato, uno que se puede servir en el salón de Central de Perú,  Le Bernardin de Estados Unidos o Le Clarence de Francia, así como en cualquier merendero de pueblo en cualquier parte del mundo y te va a cautivar.

Claramente tengo mi top de mejores restaurantes, trattorias, sodas o como le quieran llamar, así como de los mejores platos donde el ganador sigue siendo el de mí nonna con el cochino en salsa dulce o el arroz con leche de mí mamma, pero la cocina de La Cuchara Colombiana, me atrapó, definitivamente están por encima del siete que se auto nombro Edilma. ¿Un lugar para visitar hoy? Sí, ¿y mañana? También.

*Tavino Calabrese es chef y periodista, pero ante todo gastrónomo o como le gusta auto definirse, un degustador de comida a tiempo completo. Le encanta el anonimato, dice que así se aprecia mejor los sabores que se preparan en cualquier cocina donde vaya.

Empanadas estilo colombiano.
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