La nación asiática era ejemplo para el mundo por su manejo contra la pandemia, había controlado la propagación entre la población, pero un rebrote del virus por portadores migrantes está echando abajo todo lo que habían logrado. ¿Cómo puede Costa Rica aprender de Singapur en un momento complicado?
Por: Gustavo Adolfo Solera Castillo
Las medidas que ha impulsado el Poder Ejecutivo para poder contener la propagación del covid-19 ha hecho que miles de costarricenses permanezcan en sus hogares, son pocos los casos de personas que buscan infringir la norma en comparación al grueso de la población.
Los casos que reportan las autoridades al 12 de abril de 2020, es de 595 entre costarricenses y extranjeros, de los cuales 19 infectados han sido hospitalizados, 14 de estos están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de los diferentes nosocomios del país.
Un dato relevante es el de los casos entre personas extranjeras que ha sido mínimo, incluso se muestra con leve variación.
Las autoridades de salud del país han indicado que únicamente hay 38 extranjeros positivos de covid-19, algo que relativamente es manejable para el sistema sanitario costarricense, ya que un aumento puede ser un problema difícil de solucionar si se disparan los casos.
La población ha acatado las normas y el miedo de lo que vaya a suceder en los días posteriores es palpable entre el tico común, solo basta con conversar con algunos o ver la reacción en las Redes Sociales, para sentir la preocupación de la gente con la migración de nicaragüenses en los próximos días.
Nicaragua reporta nueve casos y un fallecido a la fecha por el coronavirus, incluso no han externado ninguna medida para mantener un control, aprueban marchas y actividades masivas entre su población, algo que en muchos países está restringido con el fin de combatir la pandemia.
El Ministerio de Salud de Nicaragua (Minsa) ha reportado en el último boletín que dieron a conocer a principios de abril que se tiene registro de 22.713 personas con neumonía, de las cuales 66 han fallecido, una cantidad que según ellos es menor que el mismo periodo de 2019. Hay que recordar que los síntomas de la neumonía son muy similares a los del covid-19.
Ejemplo de Singapur
El país asiático ha sido todo un ejemplo para el mundo, teniendo muy controlado los casos por coronavirus, incluso pudieron monitorear a todos los infectados que hace una semana apenas superaba los 1.500.
El gobierno de la nación insular permitió el retorno de la población migrante, misma que es vital en la economía del rico país de Asia. Las personas muchas de ellas habían pasado semanas en países con pocas medidas restrictivas contra el covid-19, lo que hizo que se disparara en un 60 % los casos por el coronavirus en pocos días, dando un salto significativo a 2.532.
Muchos de estos migrantes como lo reconocen las autoridades sanitarias de la nación del lejano oriente, viven en cuartos con alta densidad, donde pueden incluso habitar más de una docena de individuos, donde tienen que compartir un baño, cocina y otros servicios.
Esta situación ha puesto a correr a las autoridades de salud, ya que la población afectada tiene mucho contacto con otras, son personas de escasos recursos que se emplean en construcción, transporte y el mantenimiento de las ciudades. Singapur necesita de estos trabajadores para mantener la maquinaria económica en funcionamiento, pero también saben que son labores donde el distanciamiento social es muy difícil o imposible.
Uno de los problemas que temen es que muchos obreros continuaron en sus trabajos a pesar de tener síntomas, según detalló Lawrence Wong, ministro de Desarrollo Nacional de aquella República.
Costa Rica puede presentar un caso similar, el control de la pandemia se ha vuelto un trabajo diario, los casos a pesar de ir en aumento son de números manejables, los hospitales están desahogados y las medidas persisten, pero el temor aumenta entre los ciudadanos.
Nicaragua permitió que su población residente en Costa Rica volviera para la Semana Santa. Los nicaragüenses a pesar de las medidas restrictivas que impulso el gobierno costarricense, donde indicaba que todo aquel extranjero residente de forma legal en el país si salía de suelo nacional perdían su estado migratorio, abandonó el país que los acoge.
Esos ciudadanos del país norteño pasaron la frontera sin problema, sin importar la medida. Una vez finalizada la semana mayor, intentan volver a Costa Rica, donde las autoridades encabezadas por el ministro de Seguridad Pública, Michael Soto Rojas han montado un plan de contingencia por el posible éxodo, pero es insuficiente por la gran cantidad de terreno a vigilar.
Reportes de pobladores a lo largo de la frontera norte han alertado del paso de cientos de ciudadanos del país vecino a suelo tico, donde viajan mujeres, hombres y menores de edad.
Este regreso de migrantes al país puede ser un detonante del covid-19 en Costa Rica, mismo caso que vivió Singapur, lo más problemático son los portadores asintomáticos, que se pasearon a sus anchas en Nicaragua, lugar donde no tuvieron ningún tipo de restricción, vuelven a barrios donde al igual que Singapur muchos viven en hacinamiento y ponen en peligro la vida de otros, así como el sistema de salud que al ver un eventual incremento incontrolado de casos puede colapsar.
Para el profesor Yik-Ying Teo, decano de la Escuela de Salud Pública Saw Swee Hock en Singapur, el sistema en esa nación funcionó hasta antes de la llegada de los migrantes, principalmente la de los asintomáticos portadores del coronavirus.
«Ahora sabemos que la propagación asintomática es totalmente posible, sucede y es el principal impulsor de la transmisión del covid-19».
¿Está Costa Rica preparada para esto? La situación de la República de Singapur es un ejemplo para mejorar y como ellos antes de la vuelta de los migrantes, el covid-19 está «controlado», hay que esperar que los migrantes vengan libres de la pandemia.