Afectada de las estafas en los bancos de Costa Rica organiza defensa

Carmen Rojas busca que se haga justicia.

Por: Ana María Navarro

Hace muchos meses vimos por los medios de comunicación, una historia que por ser contada por una dama pensionada que trabajó gran parte de su vida en un banco estatal, nos pareció una noticia muy alarmante, personas a diario denuncian haber sido estafadas por medio de dispositivos cibernéticos: celular, computadora, tablet, Etc. Sin embargo esta historia tan cruda para su protagonista, dista de ser común, dado los entramados que tiene la estafa que afecta a miles de costarricenses que han sido atracadas desde los bancos estatales de nuestro país.

Relata la historia:

En primer lugar esta persona estafada no es una estadística más tiene nombre y apellidos: Carmen Rojas Guzmán, profesional en Derecho y Ciencias Políticas, entregó su vida al servicio en el sector público, hasta llegar a jubilarse y con esto recibió sus prestaciones laborales que por tantos años acumuló a través de su servicio de dos décadas en un banco estatal.

Después de jubilarse depositó el fruto de sus años de trabajo en una cooperativa equis y estaba pensando en qué lo iba a invertir, al cabo era su ahorro y tenía todo el derecho a meditar en qué podría utilizarlo, todo jubilado sueña con planes, viajes a exterior, sin embargo, el sistema bancario le hizo la jugada más vil y tramposa en su vida.

Fue una inesperada llamada telefónica en mayo de 2022, que recibió doña Carmen, donde se identificó una persona como funcionario del Banco Popular, quien le dijo que necesitaban actualizar los datos, que obviamente no le iban a pedir datos confidenciales. Sin embargo le dieron todos sus datos, que solo un banco tiene acceso a esa información. En tono coloquial le dijo el supuesto funcionario: “usted sabe que nosotros los funcionarios bancarios, como usted que trabajó tantos años en este banco, no podemos violar la confidencialidad”, también le mencionaron sobre una cuenta que ella tenía anexada a una cooperativa…La llamada duró aproximadamente entre 20 a 30 minutos.. “Colgué y recibí una alerta estaban saqueando mi cuenta con transferencias, cuando llamé a la cooperativa, me informaron que yo había transferido a otras cuentas todos mis fondos, sentí que el mundo se me caía a mis pies, me sentí burlada, violada por el sistema se habían trasladado 9 millones 700 mil, todos mis recursos. En media hora se derrumbó mi mundo, mis sueños, esto fue una trampa muy siniestra con colaboración de alguna red delictiva con funcionarios bancarios, no es posible que supieran tanto de mis finanzas, de mis cuentas bancarias y cuentas favoritas”, narra la estafada.

Modus operandi:

Vamos a relatar qué sucedía  durante la llamada telefónica: los delincuentes tenían entretenida a doña Carmen, mientras tanto tenían el correo electrónico, pidieron a Google cambiar la clave, se posesionaron de su correo para que ella no viera las alertas que enviaba el banco, pero de cualquier manera iba a ser estafada porque la advertencia era “usted acaba de transferir a fulano 3 millones, acaba de transferir a sutano 2 millones y así hasta dejarla pelada…

Revisemos la falta de controles y respeto a los protocolos bancarios: Cierto que los protocolos del Banco Popular señala que no se puede trasladar más de 750.000 colones al día?. No les pareció anómalo a los sistemas del Banco que en un mismo período de tiempo se transfirieran millones de una cuenta e inclusive se realicen transferencias de fondos de una cooperativa como cuenta favorita?. No  comprobó el banco protocolos para revisar que esas cuentas donde se transfirieron los fondos eran cuentas nuevas, abiertas un día antes?. Por qué las políticas de los bancos no contemplan la reversa de un depósito o transferencias, cuando se está ante un error, o una eventual estafa?, las preguntas no han sido subsanadas por los bancos estatales ante los reclamos de los clientes.

Ante las denuncias, qué hacen los bancos para cambiar sus protocolos, sus controles informáticos?….Nada, sólo echan la culpa a los clientes y los envían al Organismo de Investigación Judicial, OIJ, a interponer la denuncia del fraude. Las apelaciones ante los bancos no son de recibo, cuando responden endosan la culpa a los clientes, no garantizan la devolución de lo estafado, señalan que la culpa es del cliente por haber brindado los datos (pines), número de cuentas, etc a terceras personas, le achacan al Call Center de La Reforma las estafas de forma irresponsable y temeraria.

Gente Estafada en los Bancos de Costa Rica:

Estas son las páginas en facebook e Internet (Web) fue la respuesta que doña Carmen Rojas y otros perjudicados con las estafas en los bancos de Costa Rica, que se han unido en un frente común para terminar con estas estafas bancarias y obligar a los bancos estatales que garanticen la tutela y cuidado de los recursos que los usuarios de los servicios bancarios han confiado en que los bancos estatales resguardan sus ahorros y que la carga de la prueba se revierta, para que no se culpe al cliente de eventuales fraudes, porque los bancos deben cumplir con protocolos previos a la estafa, así como modernizar los sistemas informáticos de alta tecnología.

La indignación es colectiva:

Nos comenta doña Carmen Rojas que ha pasado por un vía crucis desde que fue estafada, de esta manera han logrado organizar a 1997 personas estafadas desde los bancos de Costa Rica, tendientes a buscar acciones mancomunadas para confrontar y conminar a los bancos estatales y privados a asumir sus responsabilidades pecuniarias, e inclusive buscar indemnizar por el daño moral a las víctimas estafadas, que creyeron y tuvieron la confianza de depositar sus ahorros en esas entidades públicas. En este sentido doña Carmen enfatizó:

“Mire señora periodista usted no se imagina cómo me ha afectado esta estafa millonaria, de la noche a la mañana quedé manos arriba, con esa desesperación, en ese caos, esa indefensión ante unos funcionarios que perdieron su empatía con mi situación, nadie da respuestas, nadie se responsabiliza, al contrario, le devuelven la pelota que fuiste ilusa, que le ayudaste al estafador dando datos privados. No, eso no es así, a mí el estafador haciéndose pasar por funcionario bancario, me dijo todos mis datos, que solo por dentro del mostrador se puede saber. La trampa, la telaraña de estas estafas es una red organizada de delincuencia con colaboración interna. Basta con analizar que todas las estafas tienen un patrón común, un modus operandi al que el OIJ, no le ha asestado. Esta es la mayor argucia de vileza de una red organizada contra los clientes confiados de los bancos. Si a mí que fui 20 años empleada bancaria lograron saquearme mis cuentas, con la experiencia aglutinada por tantos años, me la aplican a mí, quién podrá salvarse?”, afirmó Rojas.

“Ese día que cambió mi vida,  de golpe me hicieron aterrizar a una realidad cruel de las estafas que no había sufrido, al haber trabajado tantos años en un banco del Estado, al verme corriendo de aquí para allá, sin dinero, ni para pagar mis obligaciones, porque todo se lo llevaron esos canallas, vividores, oportunistas, sin esfuerzo, sin haber sudado por años cumpliendo con un horario, sirviendo al público con compromiso y mística, ahora todo me cambió, mi paz, yendo al OIJ, volviendo al banco para que investigaran, pero ellos nada de nada, no respondían, solo alegaban que diera tiempo porque el secreto bancario les impedía decir, a quiénes trasladaron mis recursos, fue la pesadilla más dura de mi vida”, comentó.

Han pasado casi 12 meses y nada se ha hecho, los casos de las denuncias de más de 2000 estafados, porque se ocultan las estadísticas, nada pasa, duermen el sueño de los justos. Los bancos cuestionados no informan por qué no acataron los protocolos? (previos a las estafas, porque ya la estafa consumada para qué?), por qué no responden?, no fueron 1000 colones lo que nos robaron, por qué no cuentan los bancos con programas de alta gama tecnológica para no ser hackeados, que nos expliquen por qué abren cuentas a personas sin demostrar solvencia económica? (tan solo una simple certificación de ingresos de un contador privado), por qué no reversan un error de una cuenta estafada?, por qué le echan la culpa al cliente a priori, sin una investigación sólida y  formal?  No sólo doña Carmen y su organización se hacen estas preguntas, sino también La Voz de la Pampa hace nuestras esas incógnitas. A quiénes están protegiendo?…Pareciera que la modalidad del robo cambió de una ametralladora a una trampa tecnológica,

Acciones a emprender: La organización Gente Estafada en los Bancos de Costa Rica pronto emprenderá acciones legales concretas contra las entidades bancarias, brindando asesoría legal a las personas estafadas, aportando los abogados a las víctimas, y en un frente común presentando una querella judicial ante el Tribunal Contencioso Administrativo, así como dando apoyo a las víctimas y concientizar al ciudadano sobre  los derechos a defendernos de entidades irresponsables que se niegan a responder pecuniariamente, al no proteger el dinero depositado en las cuentas de cada cliente.

Esta falta de compromiso y responsabilidad corporativa de las entidades bancarias provoca, no sólo la  derrota económica, sino moral, la pérdida de confianza en las instituciones formales, en las que confiamos y la tolerancia al permitir la corrupción en instituciones públicas. Por eso urge la reivindicación de las víctimas,  mediante un juicio justo, donde podamos demostrar la responsabilidad de los bancos en las estafas, por negligencia o colaboración, donde se indemnice a los afectados por los daños pecuniarios y morales causados.

Gente Estafada en los Bancos de Costa Rica invita a los ciudadanos afectados a integrarse en un frente común para defenderse de los atropellos de las entidades bancarias, siguiéndo por Facebook y la página web: www.genteestafadacr,com

“En efecto, el OIJ está colapsado, eso no es un secreto para nadie. El año pasado, en ingeniería social, que es fraude informático, nos entraron 3.179 denuncias”, confesó el Jefe de Fraudes del OIJ, Yorkssan Carvajal. La respuesta del Banco Nacional fue: “Es una estafa, pero si usted brinda sus datos privados a terceros, el banco no se responsabiliza”, Sin embargo los bancos no quieren reconocer que en muchos casos los clientes son estafados, sin que se den facilidades, sino que de la noche a la mañana, aparecen las cuentas desfalcadas y no asumen responsabilidades. Según reportaje del Semanario Universidad del 4/2022 los estafadores informáticos incluyen cuentas favoritas a las cuentas de los clientes, mientras las víctimas de la estafas no se les notifica de este trámite, ni de las transacciones de dinero, aunque el reglamento del Sistema de Pagos del Banco Central advierte que cualquier transacción intra o interbancaria, debe notificarse electrónicamente al cliente, en menos de un minuto, práctica que no hacen los bancos al parecer,

1790 clientes del Banco Nacional fueron víctimas de fraude informático por 1619 millones de colones y 495 mil dólares, a marzo del 2022 siendo el 87% correspondiente a clientes del Banco Nacional, BAC y Banco Popular. El OIJ recibió 4886 denuncias de fraudes bancarios entre 2021 y 2022. Vemos en esta práctica tan permisiva la inseguridad de tener cuentas en estos bancos que no se responsabilizan de la custodia y devolución de los fondos por fraude a los clientes de las estafas achacándoles descuido al compartir la información privada, pero no se preocupan por investigar la filtración de los datos de sus plataformas informáticas, y ya sabemos qué pasa cuando la reputación de los bancos están cuestionadas. Ya es hora de contar con una legislación correctiva de estos entuertos bancarios.

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