No es un secreto los estragos que ha dejado la pandemia causada por el Covid-19 en el mundo, Costa Rica no escapa a esta realidad. El turismo fue uno de los sectores que más padeció los efectos secundarios por el virus. Desempleo, pérdidas millonarias, uno de los motores de la economía nacional dejó de producir.
Este triste panorama fue la realidad durante varios meses, mismos que puso en aprietos a cientos que viven del turismo.
El país ha tomado decisiones con el fin de aperturar de una manera segura todo el sector. Las directrices aplicadas al parecer han sido acertadas según manifiestan diferentes actores gremiales. Se han recuperado empleos y los motores económicos comienzan a producir.
Este es el panorama que se dibuja en una Guanacaste que logró sobrevivir a la peor crisis turística que el país ha vivido.
¿Qué se ha aprendido? ¿Es sano que se siga en esa línea?
Ciertamente se están dando signos de recuperación, poco a poco se ha ido levantando, la economía tiende a recuperar. Pero no se ha terminado de salir de la pandemia, aún se mantiene el estado de alerta. Las autoridades de salud no han eliminado restricciones, por lo que el ambiente no es seguro todavía.
La provincia pampera, al igual que otras regiones, metieron el grueso de sus fuerzas en la parte turística, dejando de lado otros modelos económicos. Es conveniente que esto se tome como aprendizaje para tomar un rumbo opcional, donde se pueda desprender de esa dependencia que se tiene por la economía turística, hacer esto es ganancia.
La industria alimenticia y tecnológica se tornan atractivas más con el potencial que se tiene en la pampa. Empresas como Coca Cola decidieron trasladar sus operaciones del Gran Área Metropolitana (GAM) a Guanacaste, así como el fortalecimiento de empresas como Ad Astra.
Pero la atracción de esta u otras empresas se debe dar por atractivos beneficios que pueda brindar la región, además de laxos trámites en los gobiernos locales, obviamente apegados al marco de la legalidad.
La parte burocrática juega un papel vital en la atracción de nuevas empresas o ampliación de plazas con las que ya operan. Un excesivo flujo de trámites puede socavar el interés que se tenga en la provincia.
Flexibilizar la tramitología puede ser un aliciente al empresario, otorgar condiciones idóneas para abrir operaciones es provechoso para la población. Políticas amigables, sin ser permisivas dejan gananciosa a la ciudadanía, la beneficiada principal.
Las municipalidades deben enfocar sus fuerzas en generar ambientes que sean atractivos para esas empresas, nuevamente, en el marco de la legalidad.
Toda atracción de riqueza traerá mejores caminos, servicios y al final, más plazas laborares en otros sectores, terminará beneficiando al principal motor económico de Guanacaste como es el turismo.